La novela erótica ha experimentado un boom increíble en los últimos años; aunque muchos podrían pensar que este subgénero es una novedad fruto de fenómenos de gran éxito como los libros de E.L. James, lo cierto es que la historia del erotismo en la literatura se remonta bastante tiempo atrás.
Si bien algunos autores, durante la Edad media y posteriormente, hicieron incursiones plagadas de metáforas para evitar la censura, no fue hasta el marqués de Sade cuando llegó el punto de inflexión. En pleno siglo XVIII, este escritor fue el centro de la polémica gracias a sus obras, tan subidas de tono que podrían catalogarse tranquilamente como pornográficas, y en las que escribió libremente sobre diferentes gustos y parafilias sexuales, razón por la que pasó gran parte de su vida en prisión. Años más tarde, Leopold von Sacher-Masoch reclamaría su papel en la historia de la novela erótica con La Venus de las pieles, un relato basado en una relación de sadomasoquismo.

La clara controversia de esas historias debido a lo explícito de sus tramas chocaría con un relato mucho más sutil pero no por ello alejado de esta vertiente como fue Lolita, la obra maestra de Vladimir Nabokov sobre un hombre profundamente enamorado de la joven hija de su mujer. Otra de las grandes novelas que podemos encontrar es La historia de O, sobre una mujer que accede a convertirse en esclava sexual y que constituye una de las obras clave de la literatura erótica del siglo XX, escrita por la francesa Anne Desclos.
En los últimos años el panorama de este tipo de novelas ha cambiado muchísimo: su aparición ya no es marginal, sino que su boom ha supuesto la salida al mercado de un gran número de novelas sobre esta temática, la mayoría englobados en el subgénero chick lit e influenciados por la idea del romanticismo llevada al terreno sexual algo más explícito y desacomplejado, alejado de los tabúes, lo cual ha dado pie hasta a manuales sobre sexo inspirados en otras obras, como El kamasutra de Grey de Laura Elías, toda una guía erótica ideal para subir la temperatura.


Otras obras tratan de aportar diferentes puntos de vista de la sexualidad a partir de pequeñas historias, como en los diferentes testimonios de Dulce tentación de Erica Jong o en las cinco excitantes historias capaces de hacer volar la imaginación de Nuestras fantasías más íntimas, escrita por Alicia Gallotti.
De modo que, si te gustaron las aventuras de Anastasia Steele en Cincuenta sombras de Grey, tienes mucho por explorar: los tiempos en que la mujer no podía hablar libremente sobre sexo, desde luego (y afortunadamente) han quedado atrás.
Autora: Noemí Escribano
Cortesía: PLATAFORMA OH!LIBRO
Interesante artículo aunque un poco corto
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Interesante artículo aunque tal vez un tanto corto
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