La chica del tren de Paula Hawkins. Mi opinión. Novedades.

¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso?
Rachel, sí

RESUMEN:

Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

MI OPINIÓN:

Llevaba un tiempo dándole vueltas a la lectura de este libro y, al final, me salí con la mía gracias a mi hermana. Un sol, ella. Siempre que arranco la lectura de un libro como este, voy con el pie en el freno porque es una historia muchas críticas. Incluso ya tiene su adaptación a la gran pantalla y si no supera tus expectativas, la decepción es peor.

Coincido con la mayoría de las opiniones de otros lectores en que es un libro que engancha, sin duda. Me da rabia haber tardado tanto en comenzar con él. Últimamente los thiller de suspense me atraen bastante, suelo intercalarlos con el género que leo normalmente porque con tanto amor y «tralari» a veces me agobio. El cambio siempre me suele funcionar.

Una de las sorpresas que me he llevado es que este libro tiene varios narradores, pero como principal y protagonista está Rachel. La protagonista es una mujer que viaja en tren a diario desde Londres a Ashbury y viceversa. Hace un recorrido bastante largo y aburrido, siempre con el mismo ambiente, con casi las mismas casas e incluso pasa por su antigua vivienda; casa que compartía con su exmarido Tom.

Rachel comienza contándonos el recorrido que hace todos los días con un toque entre intriga y amargamiento que te mantiene expectante. Es como si en cualquier momento fuese a sonar una alarma o una sirena y, fuese a cambiar el rumbo del trayecto.

Rachel lleva mucho tiempo fijándose en una casa en concreto; en esa vivienda vive una pareja con la que fabula a diario, e incluso, se inventa su día a día feliz.

¿Habrá algo de realidad en la imaginación de Rachel?.

<<He perdido el control de todo, incluso de los lugares que visito mentalmente.>>

Todo fluye con normalidad hasta que la protagonista, una mañana, se da con realidad, algo que no está dentro sólo de su cabeza sino que esta vez, casi puede tocarlo. Un montón de ropa tirada en las vías y algo fuera de lo común en su idílica pareja, hacen que la protagonista se inquiete y comience a indagar. Más de la cuenta, diría yo. Piensa que su pareja feliz ya no lo es tanto, y aquí, arranca el conflicto de La chica del tren: una mezcla entre realidades e intuidas ficciones.

Rachel es tremendamente observadora y minuciosa con los detalles. Casi maniática con cosas que para los demás pasan desapercibidas. A veces, he dudado de todo lo que contaba y otras veces, me ha parecido más cuerda de lo que pensaba a pesar de ser mentirosa, e intentar confundirte incluyendo sus graves problemas con el alcohol en la historia.

Puedo decir que el libro me ha gustado; está escrito de una forma que atrapa, pero llega un momento en el que la trama ya no avanza tan rápido y una vez que te adentras en un tráiler así, te gusta que siga con la misma velocidad. En este caso La chica del tren levanta el pie en alguna ocasión.

Puedo destacar la buena elección narrativa de Paula Hawinks, me ha encantado conocer los puntos de vista de las tres protagonistas porque ha sido más inquietante e intrigante, aunque tengo que confesar que al principio me lié un poco con la parte de cada una y no sabía hacia donde quería llegar. ¿Una trampa? Me enfadé incluso porque pensé que Rachel era la única dueña de su historia, pero una vez que continué con la lectura las piezas comenzaron a encajar.

Es un libro ideal para pasar páginas sin parar, entretenido y adictivo. Poco más puedo decir sobre La chica del tren que no se haya dicho ya. Me ha gustado, sí, pero esperaba más. Supongo que este tipo de cosas pasan cuando entras con las expectativas muy altas.

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¡¡Muchos besos a todos y gracias!!

Una por pena, dos por alegría, tres por una chica. Tres por una chica. Me he quedado atascada en el tres, soy incapaz de seguir. Tengo la cabeza llena de ruidos y la boca llena de sangre. Tres por una chica. Oigo las urracas, están riéndose, burlándose de mí. Oigo su estridente carcajada. Una noticia. Malas noticias. Ahora puedo verlas, sus siluetas negras se recortan con el sol. Los pájaros no, otra cosa. Alguien viene. Alguien me está hablando. <<Mira. Mira lo que me has hecho hacer.>> Frag. del libro La chica del tren.