El cansancio de un pueblo con la situación política del país es tal que algunos ciudadanos han decidido tomar cartas en el asunto. Dos hombres anónimos deciden secuestrar a un trabajador corrupto del ministerio de Economía. ¿Con qué objetivo? Que los ciudadanos puedan decidir de forma democrática si merece vivir o morir. El pueblo decidirá vía internet.
Este es el comienzo del primer capítulo de Distopía, una serie con seis capítulos conclusivos e independientes.
Este proyecto estará dirigido por seis directores diferentes en los que se lanza un mensaje y una pregunta incómoda al espectador, obligándole a posicionarse, llevando cada planteamiento hasta sus últimas consecuencias y a una conclusión extrema.
¿Y si los ciudadanos pudieran elegir sobre la vida de uno de sus gobernantes vía Internet?
Una Black Mirror española que busca una plataforma o una televisión que apueste por ella para ver la luz. Una serie diferente y autoconclusiva para los espectadores que demandan otro tipo de ficción.
“Teníamos ganas de hacer algo diferente. Veníamos de trabajar en series y estábamos cansados de las historias que se contaban, la forma de rodarlas. Y también como espectadores estábamos porque consumíamos muchas series de fuera”, explica a Bluper Virginia Llera, una de las productoras ejecutivas de la ficción junto a Manuel Sánchez Ramos y Jesús Mancebón.
En este proyecto participan directores como Koldo Serra (director del primer capítulo), Borja Cobeaga, Jorge Torregrossa, Alberto Rodríguez, Antonio Hernández y Gonzalo López-Gallego, y actores como Natalia Tena, Daniel Grao, Marina Salas, Llorenç González, María Valverde, Álex García, Joaquín Reyes, Aura Garrido, entre otros.
La idea del proyecto era crear seis historias, hablar del presente pero a través de los géneros y el tiempo. Crear una realidad ficticia, indeseables, históricos que no han ocurrido para hablar del presente a través de diferentes géneros: la comedia, el western, el thriller.
Se comenzó con una historia de 10-15 minutos para una producir una serie para Internet, terminaron creando un episodio piloto de treinta minutos, que es el que están mostrando a las televisiones para intentar conquistarles. Dado que la capacidad de financiación que tienen las plataformas digitales en España para aventurar algo así, es limitada y no dan el paso para producir, recurrieron a los canales de TDT y a todas las grandes cadenas de este país, entre ellas Antena 3, que están esperando una respuesta, cuenta Virginia Llera, una de las Showrunners del proyecto.
Han recibido buenos comentarios, pero siempre con la coletilla de que es un tema delicado.
Aún así, ellos no pierden la esperanza. Siguen reuniéndose con productoras y cadenas de televisión y, de no conseguir el sí de alguna de ellas, lanzarán una campaña de crowfunding el próximo otoño para rodar otros dos capítulos más. Éstos los podríamos ver en internet o en formato película junto al primer capítulo. También han querido huir del formato televisivo de 70 minutos, que hace que baje la calidad de la series, sin embargo vía Internet la libertad es más amplia y en realidad esta serie esta creada para la red. La gran esperanza es Movistar series.
“Sabíamos que es una serie que no se iba a rentabilizar. Pero en vez de invertir en una campaña de publicidad, ésta era una gran campaña de imagen. La serie de seis episodios costaría un millón de euros, que es un gasto mínimo. 200.000 euros cada episodio con el presupuesto ajustado”.
“Podíamos ser el Black Mirror española. Probablemente no ha funcionando en televisión, pero sí tiene un movimiento fan”, confiesa Llera. Razones para ello le sobran.
Mientras, siguen esperando a que puedan convertir en realidad la serie.
“Tenemos que esperar y trabajar, porque cuando quieres cambiar las cosas, si no eres grande, si eres pequeñito como nosotros, tienes que esforzarte mucho y tener paciencia”, dice Mancebón, esperanzado. “Ójala haya un vuelco en la ficción nacional, a ver si las plataformas online empiezan a dar el paso y buscar el público de nicho. Sería genial sobre todo desde el punto de vista del consumidor, porque el público de estas series no ve la tele.
La forma de ver la televisión está cambiando. Las posibilidades que nos da Internet son infinitamente más interesantes en la actualidad bajo mi punto de vista y la libertad que ofrece la red no la tenemos en la televisión, por eso yo animo a que se produzcan proyectos así para que los espectadores podamos elegir.